Nací en Argentina, crecí en Tenerife (Islas Canarias) y vivo en Berlín desde hace varios años. Comencé con ballet, la base de todo baile, y luego desarrollé otras disciplinas como flamenco y estilos latinoamericanos: salsa, samba y bachata. Gracias a mi temperamento y a mis raíces artísticas, me enamoré de los bailes latinoamericanos y me especialicé en estos ritmos de la...
Para mí, bailar significa brillar, despertarse, desarrollar todo tu potencial y sentirse libre, vivo y seguro de sí mismo en la vida. Se trata de poder expresar todas las emociones, de los sentimientos, de estar conectado con la vida, de estar en armonía con lo que somos como personas. Cuando bailas, reflejas toda tu experiencia de vida, tu personalidad, tus miedos y tus emociones. En última instancia, bailar significa conocerse a uno mismo y mirar hacia el interior.
Desde pequeña, ya en mi infancia, siempre tuve la necesidad de expresarme a través del baile. Era como un impulso que surgía desde mi interior. Desde que empecé con ballet a los cuatro años, siempre supe que me convertiría en bailarina.
Durante mi trayectoria como bailarina, pude aprender y disfrutar de diferentes estilos de danza y otras áreas que me ayudaron en mi formación y experiencia, como la percusión corporal, el teatro y el manejo de marionetas. Nunca me limité a aprender un solo estilo de baile; siempre probé diferentes estilos y profesores. Algunos de ellos eran tan exigentes que, por miedo a equivocarme, sufría durante las clases. Esto me hacía perder la alegría del proceso de aprendizaje. Sin embargo, esto cambió cuando comencé a dedicarme a la enseñanza.
En mis clases doy mucha importancia a disfrutar del proceso y a sentirse cómodo y bien acompañado en un espacio acogedor.
El humor es muy importante para mí, porque reír nos ayuda a relajarnos y a asimilar mejor la información. Los errores que se cometen en clase los veo como oportunidades para improvisar. Cuantos más errores cometas, más practicas y, a la vez, ganas mucha confianza en ti misma y en tu propio estilo.
Las coreografías y la técnica de baile son muy importantes, pero no más que disfrutar del aprendizaje.